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“Yo he sido tierra desangrada y tan solo me han restañado mis heridas con el falso bálsamo de un utópico progreso donde la verdadera cultura ha sido nula. Mis hijos tan sólo se han contentado en ver alzarse tormentosos, chupadores de mi savia. Me han llenado de úlceras; pero hoy me he sentido con mi corazón repleto de alegría y esperanza ante la presencia de este evento que me ha traído un mensaje de un porvenir espiritual que redundará en progreso material, también. Así lo dice hoy la ciudad de Cabimas en este día glorioso”. Salvador Valero. Cabimas 1970.

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PUEBLO ellos SON:

PUEBLO ellos SON:
NO te dejes engañar, un DISCURSO con otra ACCION = FASCISMO
Por: Luis Britto García
Fecha de publicación: 17/08/08.

Revolución es transformación radical del régimen de propiedad sobre los medios de producción y de las relaciones de producción mediante los cuales los hombres se organizan para crear los bienes necesarios para la existencia.

¿REVOLUCIÓN SOCIALISTA? La Revolución socialista coloca los medios de producción bajo propiedad social y sustituye las relaciones de explotación y subordinación por las de solidaridad e igualdad de oportunidades.

¿QUIÉN LA HACE? Hace la Revolución una clase social o fracción de clase o alianza de clases que se rebela contra la explotación que le impone un modo de producción, transforma las fuerzas productivas y la propiedad sobre ellas, construye nuevas relaciones de producción y las expresa mediante nuevas superestructuras políticas y representaciones ideológicas.

¿HAY CLASES EXPLOTADAS EN VENEZUELA? ¿Será verdad que en Venezuela no hay clases, que los latifundistas expulsaron a los campesinos hacia las ciudades, que nuestra burguesía importadora no supo producir para los obreros ni bienes ni empleos? Repito cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE): para el segundo semestre de 2007, de nuestros 27.403.078 habitantes, 65% integramos una fuerza laboral de 19.110.435. Para el primer semestre de 2007, unos 91.962 venezolanos se ocupan en agricultura, cría, pesca y caza; 1.328.699 manufacturan bienes; 1.025.197 construyen inmuebles; 91.962 extraen y transforman hidrocarburos; 964.752 transportan y almacenan bienes; 51.111 laboran en los servicios de electricidad, gas y agua. La ocupación influye en la conciencia: los obreros industriales son los más organizados, disciplinados y combativos; los de la construcción laboran frecuentemente a destajo y son más dispersos. Todos trabajan mucho y ganan poco. Son los llamados a instaurar la propiedad social sobre los medios de producción y las nuevas relaciones de producción.

¿HARÁN LA REVOLUCIÓN LOS EMPRESARIOS? ¿Será cierto que, según proclama el ministro del Trabajo, Roberto Hernández Wohnzieler, en abril de 2008 "En Venezuela presenciamos el hecho de que buen número de empresarios han asumido el proyecto socialista y no hay razón legítima para que los obreros, unidos, encaren su propio proyecto"? En el filme soviético Aelita, de Protazanov, un obrero exclama: "¿Una princesa dirigiendo una revolución proletaria? ¡No lo creo!". Yo tampoco. Unos 356.970 patronos proveen insuficiente empleo para nuestros 19 millones de trabajadores y se apropian del fruto de su trabajo: en 2007 el 20% más rico de la población confisca 47,7% del ingreso, y el 60% más pobre apenas se reparte 29,7% de él. Ninguna clase dominante renuncia sin lucha a sus privilegios.

¿QUIÉN PRENDE LA MECHA? Las clases sociales no hacen la Revolución en forma homogénea y simultánea. Una fracción o grupo de clase explotada puede asumir dinámicamente la propulsión de las transformaciones y actuar como vanguardia. Pueden ser vanguardias fracciones de clase o de clases explotadas, movimientos sociales, partidos, fracciones del Estado, un ejército revolucionario, una intelectualidad, una alianza entre tales grupos. Para que una vanguardia asuma su condición de tal, debe contar con el consenso o la confianza de un amplio sector de una clase o de varias clases explotadas; para que la Revolución avance, debe existir identificación plena entre la vanguardia y los explotados; para que culmine, la vanguardia debe postular e imponer una ideología revolucionaria.

¿TENEMOS VANGUARDIAS REVOLUCIONARIAS? Tenemos, si vamos a ver, lo que tenemos que tener. ¿Tendremos movimientos sociales determinantes de la vida política mediante movilizaciones como la del 27 de febrero de 1989 y la del 13 de abril de 2002? ¡Presentes! 2) ¿Tendremos partidos revolucionarios? ¡Presentes! 3) ¿Tendremos fracciones del Estado comprometidas con un cambio revolucionario? ¡Presentes! 4) ¿Hay sectores revolucionarios en nuestro ejército? ¡Presentes!

¿TENEMOS UNA INTELECTUALIDAD REVOLUCIONARIA? Trabajador intelectual es aquel cuyo trabajo es más mental que físico.
Intelectual es quien a partir de la prominencia obtenida en su obra creativa interviene de manera crítica y comprometida en el debate público. Los intelectuales son la vanguardia de los trabajadores intelectuales, pero pueden serlo de la Revolución y del género humano.
Marx, Lenin, Mao, Fidel, son intelectuales. Digo son, porque su pensamiento todavía mueve montañas y humanidades. Ese pensamiento no tiene otro fin que librar al ser humano de las vendas de la ideología y de la esclavitud del trabajo no creativo. Los intelectuales crean revoluciones porque quieren que toda la humanidad goce la dicha de crear. La derecha y cierto funcionariado mienten a voz en cuello y por todos los medios nacionales e internacionales que la intelectualidad está con la oposición.
Nada más falso. El talento es independiente de la ideología, pero pocas veces un proceso revolucionario ha contado con tan compacto equipo de pensadores y creadores que lo apoye desinteresadamente. Los intelectuales están con el proceso aunque el proceso a veces no esté con los intelectuales. Sólo los ciegos no pueden verlos, o no pueden ni verlos. Sólo quien no está ciego es intelectual.

¿TENEMOS, O SOMOS? Los intelectuales producen el instrumento primordial de sometimiento o de liberación, que es la ideología. Las cadenas que oprimen al proletariado son mentales, pero para romperlas debe poder verlas a la luz de la idea. Así como los obreros se afanan o se extinguen en sembradíos, minas, talleres, los intelectuales se enlodan o se liberan en los aparatos ideológicos: academias, laboratorios, medios. Cuando todo les es negado crean o conquistan sus propios aparatos y combaten como guerrilleros. Contra la idea de la riqueza oponen la riqueza de la idea: la única que sólo tiene sentido si es compartida. No es un trabajo: es un destino.
http://luisbrittogarcia.blogspot.com
luisbritto@cantv.net
Letra: Maldicion de Malinche, con: )-Realidad hoy en Venzuela-(

Del mar (hoy por avión) los vieron llegar
mis hermanos emplumados
eran los hombres barbados (españoles)(hoy una gran variedad –rusos-chinos-iraní… …)
de la profecía esperada

se oyó la voz del monarca
de que el dios había llegado (religión fascista)
y les abrimos (hoy Todo) las puertas
por temor (a ser invadidos) a lo ignorado

iban montados en bestias (carros blindados)
como demonios del mal (eso son)
iban con fuego en las manos (hoy leyes)
y cubiertos de metal
solo el valor de unos cuantos
les opuso resistencia (hoy sigue la Resistencia Yukpa, Bari, Kariña… …)
y al mirar correr la sangre
se llenaron de vergüenza

porque los dioses ni comen
ni gozan con lo robado (otra vez la religión)
y cuando nos dimos cuenta
ya todo estaba acabado (nos siguen saqueando por las buenas y por las malas)

en ese error entregamos
la grandeza del pasado (hoy se les entrega el futuro)
y en ese error nos quedamos
300 años esclavos (No hemos dejado de ser esclavos -ignorancia-)

se nos quedo el maleficio (el encanto de la humildad)
de brindar al extranjero
nuestra fe (juegan con ella) nuestra cultura
nuestro pan nuestro dinero
hoy les seguimos cambiando (como si nada)
oro (petróleo, gas, carbón -e importamos casi todo-) por cuentas de vidrios
y damos nuestra riquezas
por sus espejos con brillos

hoooooy en pleno siglo 20 (XXI)
nos siguen llegando rubios (multinacionales –ejemplo La SOYA-)
y les abrimos la casa (Venezuela Ahora es de TODOS)
y los llamamos amigos (mejor aun, Hermano)

pero si llega cansado
un indio de andar la sierra (ejemplo: hoy Sierra de Perijá)
lo humillamos (acorralamos y le quitamos sus tierras –para la explotación de minas de carbón-) y lo vemos
como extraño por su tierra (con la comisión demarcación)

uuuuuuuhh
hipócrita que te muestras
humilde ante el extranjero (todo gobierno y más aun, el populista)
pero te vuelves soberbio
con tus hermanos del pueblo (represión ante toda protesta –no solo gas del bueno-)

ooooooooooh
maldición de malinche
enfermedad del presente
cuando dejaras mi tierra
cuando harás libre a mi gente

(Tengamos conciencia y ver la realidad más allá de la que nos pinta vtv y el MISMO
venevisión, el imparcial, equilibrado, a favor del pueblo”, que hay del 12 de Abril, ¿que eran? que hicieron a parte de las comiquitas?, -El Pueblo No Olvida-)
Una Realidad que duele de Verdad, porque HOY es eso.
El Logo del Congreso, creado por Juan Carlos La Rosa (Juancho de La Rosa) y por Benito Mieses, dibuja una especie de ave no rapaz, mas bien un ave casera iracunda que representa la Rebelión desde la Cotidianidad y al mismo tiempo es un Puño Amarillo y Negro (colores libertarios) que evoca la Lucha, la Insumisión y la Rebeldía, sosteniendo un Pañuelo Rojo.



Carlos Rivera Lugo

Primero fueron los ataques devastadores de "Al Qaeda" a las Torres Gemelas del World Trade Center. Ahora los golpes destructores vienen del corazón mismo de Wall Street: la propia avaricia irracional del capital. Acertó siempre Carlos Marx cuando advirtió que el capital era el peor enemigo de sí mismo.

Llegaría a potenciar tal grado de riqueza y posibilidades reales de desarrollo y progreso para todos, que la apropiación privada de sus frutos por unos pocos se convertiría en una contradicción insalvable que le obligaría a acudir a la socialización progresiva del proceso mismo de producción y distribución como única manera de promover efectivamente el bienestar común. Se impondría así su reestructuración a partir del movimiento real que anula y supera dicha contradicción insalvable.

No he podido dejar de pensar en la admonición marxista que retorna implacablemente en medio de la actual crisis financiera que azota a los mercados financieros estadounidenses, calificada por el Premio Nobel Joseph Stiglitz como la peor desde la Gran Depresión del 1929-30 y tan sólo el principio de una crisis mucho mayor del capitalismo.

"Aunque no observásemos la conmoción financiera, sino la deuda doméstica, nacional y federal, el problema es serio. Nos estamos ahogando. Si observamos la desigualdad, que es la mayor desde la Gran Depresión, el problema es serio. Si observamos el estancamiento de los salarios, el problema es serio. La mayor parte del crecimiento económico de los últimos cinco años se basaba en la burbuja de la vivienda, que ahora ha estallado. Y los frutos de ese crecimiento no se repartieron ampliamente. En resumen, los cimientos no son buenos", sentenció el reconocido economista estadounidense en declaraciones a la prensa.

Puntualiza Stiglitz: "El programa de la globalización ha estado estrechamente ligado a los fundamentalistas del mercado: la ideología de los mercados libres y de la liberalización financiera. En esta crisis, observamos que las instituciones más basadas en el mercado de la economía más basada en el mercado se vienen abajo y corren a pedir la ayuda del Estado. Todo el mundo dirá ahora que éste es el final del fundamentalismo del mercado. En este sentido, la crisis de Wall Street es para el fundamentalismo del mercado lo que la caída del muro de Berlín fue para el comunismo: le dice al mundo que este modo de organización económica resulta insostenible. Al final, dicen todos, ese modelo no funciona."

Stiglitz califica como "monstruoso para los contribuyentes estadounidenses" el plan oficial de apoyo al sector bancario estadounidense. Para éste viola todas las reglas del capitalismo.

Según el neoliberalismo, la estabilidad monetaria y fiscal debe ser la meta suprema de cualquier gobierno, lo que requiere poner un límite a los gastos sociales y las intervenciones económicas del Estado con fines sociales. De ahí la gran contradicción del llamado hecho por el Secretario del Tesoro estadounidense Henry Paulson para que el Estado salga al rescate sin precedente del capital financiero estadounidense con un plan multibillonario que de no aprobarse rápidamente podría llevar a la economía de Estados Unidos al colapso. Anunció que instará que idénticas medidas deben tomar los demás países capitalistas.

Para todos los fines prácticos, el capitalismo empieza a operar a modo de un socialismo corporativo: socialismo de facto para el capital, es decir, el Estado puesto al servicio suyo, mientras el resto de la sociedad se las tiene que ver con el salvajismo del mercado capitalista. Es el fin del capitalismo como se había conocido bajo el neoliberalismo: el orden espontáneo del mercado, tan cacarreado por ese otro Nobel de Economía, el filósofo neoliberal de la Escuela de Chicago, Friedrich Von Hayek, resultó una monumental farsa, igual que la fantasmagórica "mano invisible" de Adam Smith.

Según Nouriel Roubini, economista de la New York University, "con la nacionalización de AIG, los camaradas Bush, Paulson y Bernanke (el titular del Banco de la Reserva Federal) nos dan la bienvenida en USSA", es decir, la Unión Socialista Soviética de América. Pero, como bien advierte, es un "socialismo para los ricos y Wall Street...donde los beneficios son privatizados y las pérdidas socializadas".

El riesgo ya había sido mundializado producto de la globalización de los mercados financieros. Por eso, las pérdidas de las instituciones financieras europeas por las hipotecas subprime han sido mayores que en Estados Unidos. El capital financiero estadounidense las embarcó con el valor simbólico y virtual de sus activos hipotecarios. Y lo que al principio aparecía como un problema coyuntural de liquidez, acabó siendo un problema de solvencia general de todo el sistema. La recesión actual es el resultado de esta metástesis que arropa ya a todo el sistema capitalista global, donde una determinada condición local repercute ya sobre la totalidad del sistema.

Existe al respecto una gran ironía en toda esta situación que no pasa desapercibida en Nuestra América. Mientras en tiempos recientes el gobierno y las instituciones financieras de Estados Unidos pretendieron dictar cátedra a los países latinoamericanos sobre las condiciones imprescindibles para la existencia de un libre mercado, incluyendo la reducción de todo intervencionismo estatal en la economía para compensar por las irracionalidades del mercado, hoy acuden a las mismas recetas que le prohibieron a sus vecinos del Sur. Así le recriminó, por ejemplo, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva cuando en días pasados al referirse a esos "bancos muy importantes que estuvieron opinando, diciendo lo que debíamos o no hacer, midiendo el riesgo del país, recomendando a inversionistas si Brasil era o no confiable" y como esas mismas instituciones hoy "están quebrando".

Esos bancos, señaló el mandatario brasileño "lo que determinaron no fue la libre circulación de capital, la generación de empleos y riqueza, sino la especulación; transformaron algunos sectores del sistema financiero en casinos, perdieron en la ruleta".

Asimismo, la presidenta argentina, Cristina Fernández indicó que veía "cómo ese primer mundo que nos habían pintado en algún momento como la meca a la que debíamos llegar, se derrumba como una burbuja".

Por su parte, el mandatario venezolano Hugo Chávez Frías, puntualiza que hoy la América nuestra comienza a transitar por un camino económico propio y, por ende, está más fuerte para enfrentar la actual crisis del capitalismo.

El líder bolivariano, quien ha sido criticado por Washington por favorecer la intervención estatal en la economía para beneficio del interés común, insistió que lo que se vive es "el derrumbe financiero del capitalismo global", lo que afecta a los "que están fuertemente enganchados con la economía de Estados Unidos". "Nosotros hemos comenzado a desengancharnos. Eso no significa que seamos invulnerables, porque se trata del desplome de un gigante", añadió.

Chávez insistió en la necesidad de adelantar más agresivamente la propuesta del Banco del Sur para contrarrestar los efectos de la crisis financiera capitalista por medio de la constitución de esta entidad regional que les permita a los países latinoamericanos manejar de forma soberana sus reservas internacionales y sus políticas monetarias.

A la economía norteamericana le ha sucedido algo muy similar a las crisis de México, Argentina y Brasil de la década pasada. ¿Quién lo hubiera pensado? Su vulnerabilidad sólo viene a enfatizar por qué el futuro de Nuestra América está en otra parte. Ni el Norte ni el capitalismo son ya destinos únicos ni deseables. La crisis se nos presenta, pues, como oportunidad y desafio.

Ahora bien, hay que advertir que igual que no existe un orden autoregulado del mercado, tampoco existe el derrumbre automático del capitalismo. El desastre le es consustancial al capital, nos señala Naomi Klein. La crisis se presenta también como una oportunidad del sistema para sanearse y beneficiarse, aunque sea por otro trecho y tiempo adicional hasta su próximo desastre. En ese sentido, las múltiples rebeliones constitutivas de un nuevo modo de organización de la vida centrada en el adelanto del bien común, siguen siendo imprescindibles. La economía es en el fondo cuestión política y estratégica, es decir, de poder, y no de alzas o bajas en el mercado de valores. Seguir ignorando este hecho sólo constituye entonces el origen del eterno retorno del desastre nuestro de cada día bajo este perverso sistema capitalista.

El autor es Catedrático de Filosofía y Teoría del Derecho y del Estado en la Facultad de Derecho Eugenio María de Hostos, en Mayagüez, Puerto Rico. Es, además, miembro de la Junta de Directores y colaborador permanente del semanario puertorriqueño "Claridad".

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